Uno de los retos más complejos al momento de crear un universo de fantasía o ciencia ficción es anclar nuestras ideas descabelladas en un contexto sólido que vuelva creíble lo que escribimos. La fantasía no debe ser malinterpretada como un libertinaje literario, para que llegue a convencer a un lector tiene que estar muy bien fundamentada. Para que una novela tenga un verdadero propósito, debe enviar un mensaje contundente que debe aterrizar en un contexto real, en otras palabras, si la fantasía es tan sublime que no tiene el peso suficiente para impactar al lector, simplemente habremos perdido nuestro tiempo.
Cuando nuestra mente imagina algo inaudito, por ejemplo un portal dimensional, solo hay dos formas para justificar su funcionamiento: la magia y la ciencia ficción. Estos son los ejes principales de cualquier serie de ficción, y es importante que sepamos exactamente que significa cada una de ellas.
La magia es la proyección de nuestro espíritu, todo lo que no entendemos desde un punto de vista espiritual, lo justificamos con esta fuerza incomprensible, sin importar lo irracional que pueda parecer una parte de nosotros está convencida de su existencia. El esoterismo, la mitología, las religiones nos han hablado por mucho tiempo de la capacidad que tenemos los seres humanos para convertir lo imposible en posible.
Por otro lado se encuentra la ciencia ficción, que no es otra cosa que la ambición de nuestra mente, cuando nuestro conocimiento sobre la ciencia llega a su límite, la ciencia ficción nos permite proyectar la tecnología al futuro. Así pues las imposibilidades de nuestra tecnología actual se ven remplazadas por una serie de artefactos y descubrimientos científicos muy bien argumentados que consiguen hacer lo que ahora es inimaginable.
Dicho esto, el siguiente paso es ubicar nuestra historia en en el contexto ideal dependiendo de lo que queremos escribir. He hecho una lista con los universos más famosos de la fantasía y he evaluado el porcentaje de realidad, magia y ciencia ficción que manejan. Por ejemplo: Realidad: 60% Magia: 20% Ciencia Ficción: 20%
El porcentaje de realidad nos dirá que tan parecido es el universo al mundo real y será la base en donde recaerán los otros dos porcentajes. Un porcentaje de Realidad: 100% sería absurdo porque estaríamos describiendo un universo sin ficción, en cambio un porcentaje de Magia: 100% describiría un universo sin ningún argumento lógico en el que no distinguiríamos nada con lo que podamos identificarnos, mientras que un porcentaje de Ciencia Ficción 100% describiría un universo con un avance tecnológico tan avanzado que no podríamos darle un fundamento científico lo cual no podría distinguirse de la magia.
Un factor determinante al momento de moderar estos porcentajes es la credibilidad, lo que hace aceptable un argumento son sus bases reales y la lógica que maneja. Si el porcentaje de magia o ciencia ficción supera el 50% empezamos a ingresar en el terreno del surrealismo: la magia empieza a convertirse en locura y la ciencia, al no poder ser comprendida, empieza a convertirse en magia.
En las siguientes entregas compartiré los análisis, empezaré con los universos fantásticos que solo poseen magia, luego con los universos mixtos que combinan magia y ciencia ficción, y finalmente los universos futuristas que usan exclusivamente tecnología ficticia.
El porcentaje de realidad nos dirá que tan parecido es el universo al mundo real y será la base en donde recaerán los otros dos porcentajes. Un porcentaje de Realidad: 100% sería absurdo porque estaríamos describiendo un universo sin ficción, en cambio un porcentaje de Magia: 100% describiría un universo sin ningún argumento lógico en el que no distinguiríamos nada con lo que podamos identificarnos, mientras que un porcentaje de Ciencia Ficción 100% describiría un universo con un avance tecnológico tan avanzado que no podríamos darle un fundamento científico lo cual no podría distinguirse de la magia.
Un factor determinante al momento de moderar estos porcentajes es la credibilidad, lo que hace aceptable un argumento son sus bases reales y la lógica que maneja. Si el porcentaje de magia o ciencia ficción supera el 50% empezamos a ingresar en el terreno del surrealismo: la magia empieza a convertirse en locura y la ciencia, al no poder ser comprendida, empieza a convertirse en magia.
En las siguientes entregas compartiré los análisis, empezaré con los universos fantásticos que solo poseen magia, luego con los universos mixtos que combinan magia y ciencia ficción, y finalmente los universos futuristas que usan exclusivamente tecnología ficticia.
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