TALLER DE LITERATURA FANTÁSITCA

martes, 17 de febrero de 2015

El País de las Maravillas - Alicia en el País de las Maravillas - Lewis Carroll

Realidad: 30% Magia: 70% Ciencia Ficción: 0%


Es irónico que el autor de esta obra haya sido un reconocido lógico matemático: Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Charroll), el País de las Maravillas es un mundo donde lo absurdo es el factor común pues la trama, sus personajes e incluso el universo físico que lo sostiene carece de sentido al punto de rayar en la locura.

Setas gigantes, naipes soldados, agujeros de conejo sin fin, mares de lágrimas, dodos, ratones, flamingos como palos de croquet, lacayos con cabeza de pez y orugas que fuman un narguile son solo una muestra de los elementos que utiliza Charroll para reducir la realidad a su mínima expresión y ubicarnos en un escenario donde prima la locura como si fuera percibido bajo los efectos de un agente sicotrópico.

Sin embargo, y aunque podría parecer contradictorio, la lógica es un eje importante en esta novela, no la lógica del universo, sino la lógica de sus acertijos. La paradoja es el recurso al que acude el autor para invitar al lector a darle sentido a esta obra, el argumento filosófico que se esconde detrás de cada incógnita arrojada por personajes como el Sombrero, la Oruga azul y el Gato Cheshire, es una oportunidad para recurrir al razonamiento y encontrar nuevamente el sentido común.

Se debe dominar el lenguaje y conocer profundamente los límites de la cordura para poder escribir una obra como esta, hasta la magia tiene un límite al momento de fundamentar algo demasiado descabellado. Llevamos la fantasía surrealista al extremo de la locura cuando queremos cuestionar los parámetros de la realidad que percibimos y fundamentar nuestro mensaje en un ámbito filosófico. También cuando queremos sumergir al lector en dinámicas lúdicas basadas en acertijos sin respuesta como el clásico misterio del huevo y la gallina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario